viernes, 19 de diciembre de 2014

La eternidad del peregrino contingente

Vivimos atravesados unos a otros con el entorno

El yo y el otro es una división banal

Al igual que la división del tiempo

En presente, pasado y futuro

Si existe aliento las vibraciones se expanden

Y convergen en la compleja existencia

En la que a veces logramos trascender a la contingencia

Y esas veces que logramos trascender

Se dan cuando podemos sentir a la eternidad

Pero a la eternidad como peregrinos

A “la eternidad del peregrino contingente”

Y que se siente cuando se toca al alma de otro ser

Para esto hay que dejar que el magma y las vibraciones de uno se transmitan

Todo fluye más fácil cuando uno quiere

Todo se transforma como la fuente que corre hacia su desembocadura

Haciendo su camino al andar sin detenerse

Y cuando uno se sabe fuente que fluye

Se despliega desde su salida y en su recorrido con naturalidad y pasión

Hasta llegar a lo más profundo del ser

Que se encuentra en el camino y fundamentalmente en el otro

Con los que conformamos el peregrinaje hacia el eterno devenir  y porvenir 



                                                                Juan Carlos Duré Bañuelos 

lunes, 13 de octubre de 2014

Los seres ya no son de la tierra

Todo funciona. Esto es precisamente lo inhóspito, que todo funciona y que el funcionamiento lleva siempre a más funcionamiento y que la técnica arranca al hombre de la tierra cada vez más y lo desarraiga. No sé si usted estaba espantado, pero yo desde luego lo estaba cuando vi las fotos de la Tierra desde la Luna. No necesitamos bombas atómicas, el desarraigo del hombre es un hecho. Sólo nos quedan puras relaciones técnicas. Donde el hombre vive ya no es la Tierra. Hace poco tuve en Provenza una larga conversación con René Char, el poeta y resistente, como usted sabe. En Provenza se han instalado ahora bases de cohetes y la región ha sido devastada de forma inimaginable. El poeta, que no es precisamente sospechoso de sentimentalismo y de glorificar el idilio, me decía que el desarraigo del hombre, que está sucediendo, es el final, a no ser que alguna vez el pensar y el poetizar logren alcanzar el poder sin violencia.
Martín Heidegger, en la entrevista con Spiegel.

Juan estaba absorto en sus pensamientos, sentado en la sala del departamento en el piso 11 del edificio en donde vive, cuando de pronto ve que algo luminoso y desconocido se va acercando al balcón contiguo a su sala. Primero, instintivamente, se acerca a mirar, pero viendo que el objeto se acercaba cada vez más al balcón optó por ir retrocediendo hasta el final de la sala, casi saliendo por la puerta que da al ascensor. El aparato siguió avanzando hacia el balcón y luego de una maniobra descendió, pero antes golpeó el aire acondicionado que se encontraba en el balcón. El golpe, que no produjo un ruido tan fuerte, a Juan, con el susto que tenía, le pareció estrepitoso. No temas, le grito un ser que salía del aparato estacionado, no voy a hacerte daño, ven acércate.

Entonces fue que empezó el diálogo entre Juan y "el ser":

Juan: ¿Quién eres?

El ser: Esa es una pregunta muy profunda.

Juan: Bueno, ¿de dónde eres? y ¿por qué has venido hasta aquí?

El ser: ¿Puedo pasar?

Juan: Sí, adelante siéntate en el sofá. (Juan se fue acercando hasta donde se encontraban los dos sofás de su sala y se sentó junto al visitante).

El ser: Me siento un poco cansado, descansaré un momento, tengo que reparar mi nave, sufrió una avería debido a la tormenta eléctrica en la que repentinamente me vi inmerso cuando estaba por salir de la atmósfera de la tierra.

Juan: Pero, ¿de dónde eres?

El ser: Soy del planeta Utopía, así decidieron llamarlo los que primero llegaron allá y decidieron quedarse.

Juan: ¿Y eso dónde queda?

El ser: Bueno, tendré que contarte lo que me contaron los primeros que llegaron a mi mundo, pues yo soy nativo de Utopía, aunque vengo de tanto en tanto a realizar observaciones en la tierra y llevar algunos animales, plantas y cosas.

Una vez aquí en la tierra existieron dos fuerzas que se disputaban el dominio o la hegemonía de la tierra. De esa competencia empezaron a exigir cada vez más a los pensantes y científicos en cuanto al desarrollo de nuevas técnicas especialmente y también nuevas tecnologías.

A partir de esas exigencias los científicos y pensadores fueron desarrollando nuevas técnicas, creando cosas y entre ellas construyeron un aparato que podía viajar al espacio. En una demostración a la otra fuerza se lanzó el aparato y se festejó su llegada al espacio. La otra fuerza se sintió disminuida y en vez de decaerse puso mayor esmero por llegar también al espacio. De esa competencia entre dos fuerzas por el dominio o la hegemonía de la tierra es que se fueron perfeccionando los aparatos que fueron al espacio.

Se llegó a la Luna, se fotografío y llegó también a otros planetas. Todo esto se hizo público, excepto el descubrimiento, un poco más allá de la Luna, de un lugar, al cual primero llegaron los de una fuerza y luego los de la otra pero ambos grupos acordaron guardar el secreto y establecerse allí comunicando a una sola de las fuerzas la existencia de ese planeta y esa decisión, la otra fuerza dio por desaparecidos a sus tripulantes y no se aventuró a ir más hacia donde se encuentra Utopía.

Entonces, nuestros padres y fundadores decidieron peticionar, a la fuerza que conocía la existencia del planeta, la comunicación directa con los seres pensantes y científicos para analizar conjuntamente con ellos el destino de ellos mismos y de ese planeta en el cual decidieron quedarse.

Juan: Asombrado ante lo que estaba escuchando, divisando que el ser que llego hasta donde él vivía tenía una piel tan bien cuidada, con un aspecto tan saludable, unos rasgos andróginos, pero a la vez con un físico que denotaba mucha fortaleza, le preguntó: ¿Y cómo es ese lugar?

El ser: Es un lugar muy bello, en el cual habitan animales pequeños, hay agua cristalina y pura, el aíre en comparación al de aquí te inflama los pulmones, en fin, con relación a la tierra es como el paraíso para los religiosos de aquí.  Mis padres, que se encuentran entre los primeros que llegaron a Utopía, me contaron que al principio tenían miedo, creían que era imposible establecerse ahí, pero que luego de un análisis entre los primeros tripulantes que descendieron decidieron quedarse y conocer más sobre aquel lugar, luego se establecieron y todos concordaron, después de esa experiencia, en que lo peor que les podría suceder se hubiese dado si se dejaban llevar y actuaban impulsados por ese miedo del principio, el que, gracias al análisis y al dialogo conjunto, lograron superar.

Juan: que sólo tenía cuestionamientos y más cuestionamientos en su cabeza le siguió preguntando: Entonces, ¿hay gente de la tierra que sabe de la existencia de Utopía?

El ser: Sí, y son de esa fuerza a la cual se informó la existencia de Utopía, pero con los que se comunicaron nuestros padres y fundadores, después de requerirles a esa fuerza, es con los pensadores y científicos.

Esa fuerza envió más gente a  Utopía, pero nuestros padres y fundadores los convencieron de la necesidad de trabajar en cooperación allá y no en dependencia con los de acá.

A iniciativa de nuestros padres y fundadores  también fueron  varios pensadores y científicos a establecerse allá.

Ahora, gracias al trabajo cooperativo, hemos formado una sociedad distinta en Utopía.

Juan: ¿Cómo es esa sociedad?

El ser: Es lo opuesto a lo que es esta sociedad.

Juan: Pero, ¿cómo es eso?

El ser: Esta sociedad está inmersa dentro de una lógica o una razón que está destruyendo totalmente la tierra. Es más, nosotros hemos creado, gracias al trabajo cooperativo, técnicas y tecnologías muy superiores a las de aquí, respetuosas de los seres, del entorno  y venimos de tanto en tanto a observar como la tierra se va destruyendo cada vez más.

En Utopía, sin embargo, nos dedicamos a soñar, a pensar y a construir. Tenemos un amplio planeta en el cual estamos formando nuestra existencia basándonos en que la vida del otro es el elemento fundamental para el desarrollo de la vida en común, viendo en el otro la garantía de nuestra construcción, de nuestra civilización para utilizar un término muy común acá pero vacuo. En la tierra ya no existe eso, ya no existe projimidad, ni siquiera arraigo a la tierra.

Juan: Interrumpió diciendo: Pero eso no es cierto, somos varios los que creemos en la projimidad, en la cooperación y en la construcción.

El ser: Está bien, lo que yo te digo es lo que yo percibo, no es para que te enojes o sulfures, sino que te lo digo para que te sea útil esta perspectiva azarosa con la que te cruzaste. Fíjate bien, ¿Cuántos habitantes de la tierra pasan hambre? ¿Cuántos habitantes de la tierra no tienen un sustento básico para llevar una vida digna? ¿Cuántos habitantes de la tierra se ven obligados a ser explotados por otros habitantes iguales a ellos mismos en su género? ¿Cuántos habitantes ves diariamente en la calle padeciendo y pasas de largo? ¿Cuántas injusticias ves a diario? ¿Te das cuenta de que la tierra se está destruyendo cada vez más rápido?

Si piensas un poco, si salís de ese razonamiento impuesto, podrás darte cuenta de que en la forma de vida actual en la tierra no hay projimidad, cooperación, ni construcción. Ya no se ve al otro. La competencia ha sepultado a la cooperación y la tierra se va destruyendo cada día más rápidamente. Actualmente todo es efímero, el ser humano va desarraigándose cada vez más rápido de los otros seres humanos, de las cosas, de la tierra.

Está bien que creas en la projimidad, en la cooperación y en la construcción, pero la razón y la lógica de la vida actual no actúan de acuerdo con esa creencia, más bien utilizan esa creencia y varias otras más como falacias, como pura retórica, como nepente alienante que sirve para soportar la realidad que se esconde detrás de las mismas. Aún se puede soñar y creer, pero las acciones van de acuerdo a la razón y a la lógica de la vida actual.

Juan: Pero bueno, ¿acaso no hay razón en Utopía?

El ser: Ese es un tema complejo que se ha olvidado también aquí en la tierra. Allá se reconoce que existen las más variadas razones, porque para nosotros la razón es aquella que establece determinadas lógicas de comportamiento, pero lo fundamental en Utopía es el pensamiento que es  para nosotros la posibilidad de examinar a la razón o a las razones, es la capacidad de cuestionarse, es ese surgir e insurgir que posibilita el nacimiento o la discontinuidad de una lógica o de una razón. Para que se pueda pensar lo fundamental es el otro.

Juan: ¿Qué quieres decir con eso de que lo fundamental es el otro?

El ser: Si uno pierde la capacidad de ver en el otro la base de su existencia se pierde el respeto hacia la convivencia, se pierde el respeto hacia uno mismo, y cuando no hay respeto lo que queda es imposición, violencia e intolerancia. Si uno puede ver que el otro tiene su razón o sus razones y que uno tiene su razón o sus razones lo más sencillo es compartir esas razones mediante el pensamiento que se expresa a través del dialogo, pero para eso se debe reconocer, querer, amar al otro porque sin ese otro no seremos nada. Sin el otro no hay ser.

Juan: Dame un ejemplo de eso que me estás diciendo porque no entiendo muy bien

El ser: Bueno, utilizare un ejemplo actual, fíjate en “la razón occidental”, esa razón se impone con violencia, destruyendo el planeta, asesinando, extinguiendo animales, pero por sobre todo destruyendo el ser de los humanos.

Nosotros allá, gracias al pacto y el compromiso que hicieron nuestros fundadores y padres con los pensantes y científicos, basamos nuestra existencia en el pensamiento que es la fuente de todo, el surgir y el insurgir, pero para pensar uno debe aprender a cuestionarse a sí mismo y a cuestionarse sobre su entorno, a no atarse a una lógica o a un dogma y a buscar, por sobre todo, hacerse a uno mismo, pero siempre, y esto es fundamental, en solidaridad con los demás.

Fíjate como se bombardea, se destruye o se amenaza con bombardear o destruir a países que no comulgan con “la razón occidental”, eso es una utilización de la razón y la lógica para dominar mediante la barbarie y para colmo una barbarie que conduce a la destrucción de la tierra.

Ahora ya no se busca una vida de calidad con los demás y con nuestro entorno, lo que se busca es la acumulación de dinero y dominio.

Juan: Ahora entiendo mejor, pero eso de destruir al ser de los humanos no lo comprendo aún

El ser: Fíjate, no es casualidad que actualmente, en los que fueron seres humanos de la tierra, predomine lo que se consume en el instante, lo que se evapora o disuelve rápidamente, la inmediatez y la vertiginosidad, pero en ese predominio, no casual sino programado, queda en la sombra: la insatisfacción constante y una cantidad enorme de desechos. Esta insatisfacción constante también ha desechado al ser y no como algunos dicen: que muchos seres humanos son desechados por el diseño o sistema actual, el ser mismo es el desechado. Voy a tratar de explicarme: Un ser no puede ser si no reconoce a los otros seres y a su entorno como parte de sí mismo y de su existencia.

Otra constante en la actualidad es la competencia, la búsqueda de lucro sin límites y la búsqueda de poder para someter y/o degradar a los otros y a la tierra en medio de la expansión infinita de un sistema en un planeta finito (Como un virus).  Y ahora yo te pregunto: ¿Cómo se puede ser en semejantes condiciones?

Juan: Entonces, ¿Qué es ser?

El ser: Es tu pasado y es mi presente. Ustedes se destruyen y nosotros nos construimos.

Discúlpame, tengo que reparar mi nave y marcharme, antes de terminar esta charla quiero que sepas que recordarás lo que hablamos, pero te parecerá un sueño, no podrás distinguir si fue real o no.

Luego Juan se despertó sobresaltado en el sofá. 

Paso el tiempo y Juan, de tanto en tanto, suele pensar sobre ese acontecimiento o no acontecimiento producto de su imaginación y se cuestiona, cuando lo recuerda: ¿Esta conversación fue real? ¿O fue producto de mi imaginación? ¿Me he vuelto loco? ¿O todos los que fuimos seres humanos en la tierra  enloquecimos inmersos en una razón y una lógica institucionalizada y destructora?

Lo único cierto, se dice, es que al día siguiente de este sueño o realidad tuve que mandar reparar la abolladura y el desperfecto del aire acondicionado causados por un golpe.



martes, 30 de septiembre de 2014

*Conversación entre Michel Foucault y Humberto Maturana captada por un transeúnte desconcertado

Quien haya descartado la imaginación por considerarla algo anormal seguramente creerá que los que usamos nuestra imaginación para vivir tenemos que “hacernos ver” por alguno de los personajes, organismos, aparatos o mecanismos que hacen funcionar la estructura panóptica.

En una noche lluviosa en medio del cotidiano y presuroso trajinar, todo pareció  aquietarse en medio de una lluvia remolinezca, en un barrio lúgubre, al abrigo de un techito, en una parada de colectivos que van con destino hacia el infinito de las probabilidades. Allí se encontraron tres personajes que, más que esperar un colectivo, parecían detener la vertiginosidad de los acontecimientos y la contingencia de la existencia para pensar un poco sobre algo totalmente distinto a la lluvia y a los problemas de esta fatigosa cotidianeidad. Esos tres personajes eran Michel Foucault, Humberto Maturana y Juan el transeúnte desconcertado que siempre reducía sus problemas a  cómo pagar cuentas, cómo mantenerse él, su familia, a saber cuál era el itinerario de los diferentes colectivos que pasaban por su ciudad, a cómo llegar temprano a su trabajo, a qué tenía que ver en la tele al llegar a la casa, a cómo hacer para llegar a fin de mes, a desear que llegue el viernes, a qué tenía que comprar, a qué tenía que tirar y en fin a cómo vivir “el día a día”, hasta que ese encuentro le hizo pensar que quizás y tan sólo quizás  su “vivir día a día” era una opción de no vivir que respondía a todo un esquema de sujeciones internalizadas que le hizo olvidar lo que era la tan mentada libertad. 

Esto es lo que pudo captar Juan de esta azarosa conversación:

Foucault: El poder de modelar conductas tiene una función bio-política (el control de los cuerpos o del cuerpo social) que fue modificando su mecanismo, teniendo en cuenta el tipo de ejercicio de poder y su aspecto económico fundamentalmente. Las reformas que se hicieron en el control de la conducta social,  desde los suplicios hasta el panoptismo, primero tenían por fin introducir el poder de castigar más profundamente en el cuerpo social, luego vigilar mejor a todo ese cuerpo social con el objeto de normalizar las conductas de sus miembros.

Maturana: Mediante la conversación damos forma psíquica y material al mundo. El método que resulta de la conversación es la co-creación. Se debe amar pero no como un rol, sino teniendo en cuenta que es el cimiento de la constitución de todo ser vivo: acoger, nutrir, reconocer, alimentar, etc. Sin espacio nos morimos desde el alma. La parábola del sembrador es un excelente ejemplo: Las semillas crecieron en buena tierra, que es igual a un espacio amoroso.

Foucault: En el control panóptico las personas son vistas, pero no ven; objeto de una información, jamás sujeto en una comunicación.

Maturana: Las conversaciones autoridad-obediencia se realizan por falta de respeto por sí mismos y por los otros. También por inseguridad. Traen resentimiento y desgano. Cuando necesito someter siento inseguridad y falta de respeto. La convivencia sin expectativas, sin exigencias, sin supuestos por eso mismo está abierta  a la co-creación.

Foucault: En la colonia penal de Mettray, ya en 1840,  en Francia, es que se origina la forma disciplinaria en su estado más intenso, el modelo en el que se concentran todas las tecnologías coercitivas del comportamiento. Hay en él algo del claustro, de la prisión, del colegio, del regimiento. Los pequeños grupos, fuertemente jerarquizados, entre los que se hallan repartidos los detenidos, se reducen simultáneamente a cinco modelos: el de la familia (cada grupo es una “familia” compuesta por “hermanos” y por dos “mayores”), el del ejército (cada familia, mandada por un jefe, está dividida en dos secciones, cada una de las cuales tienen un subjefe; cada detenido tiene un número de matrícula y debe aprender los ejercicios militares esenciales; todos los días se pasa revista del aseo y todas las semanas de la indumentaria; se toma lista tres veces al día); el del taller, con jefes y contramaestres que aseguran el encuadramiento del trabajo y el aprendizaje de los más jóvenes; el de la escuela (una hora y media de clase al día, la enseñanza la dan el maestro y los subjefes) y, finalmente, el modelo judicial: todos los días se hace en el locutorio una “distribución de justicia”. La menor desobediencia tiene su castigo y el mejor medio de evitar delitos graves es castigar muy severamente las faltas más ligeras: una palabra inútil se reprime en Mettray. El principal castigo que se inflige es el encierro en celda porque “el aislamiento es el mejor medio de obrar sobre la moral de los niños; ahí es sobre todo donde la voz de la religión, aunque jamás haya hablado a su corazón, recobra todo su poder emotivo”; toda la institución para penal, que está pensada para no ser la prisión, culmina en la celda, sobre cuyas paredes está escrito en letras negras: “Dios los ve”.

Esta superposición de modelos diferentes permite circunscribir, en lo que tiene de específico, la función de encauzamiento de la conducta. Los jefes y subjefes de Mettray no deben ser del todo jueces, ni profesores, ni contramaestres, ni suboficiales, ni “padres” sino un poco de todo esto con un modo de intervención específico. Son en cierta manera técnicos del comportamiento: ingenieros de la conducta, ortopedistas de la individualidad. Tienen que fabricar cuerpos dóciles y a la vez capaces.

Nos encontramos en compañía del profesor-juez, del médico-juez, del educador-juez, del “trabajador social”-juez; todos hacen reinar la universalidad de lo normativo, y cada cual, en el punto en el que se encuentra, le somete el cuerpo, los gestos, los comportamientos, las conductas, las actitudes, las proezas. La red carcelaria, bajo sus formas compactas o diseminadas, con sus sistemas de inserción, de distribución, de vigilancia, de observación, ha sido el gran soporte, en la sociedad moderna, del poder normalizador.

El tejido carcelario de la sociedad asegura, a la vez, las captaciones reales del cuerpo y su perpetua observación. Su funcionamiento panóptico le permite desempeñar este doble papel. Si hemos entrado, después de la edad de la justicia “inquisitoria”, en la de la justicia “examinadora”, si, de una manera más general aún, el procedimiento de examen ha podido cubrir tan ampliamente toda la sociedad y dar lugar, por su parte, a las ciencias del hombre, uno de sus grandes instrumentos ha sido la multiplicidad y el entrecruzamiento compacto de los mecanismos diversos de encarcelamiento. El hombre cognoscible (alma, individualidad, conciencia, conducta, poco importa aquí) es el efecto-objeto de esta invasión analítica, de esta dominación-observación.

Estos dispositivos se aplican no sobre las transgresiones respecto de una ley “central” sino en torno del aparato de producción –el “comercio” y la “industria”-, una verdadera multiplicidad de ilegalismos con su índole y origen diversos, su papel específico en el provecho y la suerte diferente que les procuran los mecanismos punitivos. Y que, finalmente, lo que rige todos estos mecanismos no es el funcionamiento unitario de un aparato o de una institución, sino la necesidad de un combate y las reglas de una estrategia. Que, por consiguiente, las nociones de institución, represión, rechazo, exclusión, marginación no son adecuadas para describir, en el centro mismo de la ciudad carcelaria, la formación de las blanduras insidiosas, de las maldades poco confesables, de las pequeñas astucias, de los procedimientos calculados, de las técnicas, de las “ciencias” a fin de cuentas que permiten la fabricación del individuo disciplinario. En esta humanidad central y centralizada, efecto e instrumento de relaciones de poder complejas, cuerpos y fuerzas sometidos por dispositivos de “encarcelamiento” múltiples, objetos para discursos que son ellos mismos elementos de esta estrategia, hay que oír el estruendo de la lucha. 

Maturana: Ya que a nadie le gusta obedecer, ni ser sometido, una opción para practicar son las conversaciones liberadoras con resultados terapéuticos. Mediante las conversaciones liberadoras se desarrollan herramientas reflexivas que permiten salir de encrucijadas emocionales.

Así como hay redes en el aparato, también hay redes de conversación particulares que se forman con el lenguaje, el conversar y el reflexionar. Somos una totalidad, no somos reflexión por un lado y emoción por el otro: las emociones y reflexiones actúan en conjunto. La reflexión sobre algo nos cambia la perspectiva sobre ese algo y si volvemos a reflexionar sobre ese algo surge la experiencia de la libertad. Hay que reconocer que los grandes sistemas racionales son constructos lógicos que parten de premisas fundamentales aceptadas a priori desde las emociones.

La biología cultural conducente tiene como fin formar en el entendimiento desde el aspecto biológico o sea desde como funcionamos. El saber se relaciona con el hacer. El entendimiento con el espacio relacional.

Si cambiamos cambia el entorno. Hacer con bienestar y alegría produce mejores metas y objetivos que con esfuerzo.

Hay que recuperar la conversación, actualmente no se conversa, no se escucha, se habla de otro o de otra cosa. En un proyecto se instruye o se conversa.

Juan: (Que sólo estaba escuchando sin poder desentrañar qué era real, qué era un sueño, qué era cierto, ni qué era fantasía pensó): El mecanismo disciplinario orientado a la formación de personas obedientes, moldeadas por premios, castigos, vigilancia y por la normalización tiende a categorizarnos, encasillarnos y en la competencia constante a negarnos a nosotros, a los otros y a negar al entorno.

El reconocimiento del otro, el respeto mutuo, el compromiso con el otro y con el entorno, con el emprendimiento que llevemos a cabo, con las metas, con los que están comprometidos con nosotros, con los objetivos comunes tienden a crear las condiciones de la esperanza para atravesar el engranaje cerrado del laberinto que nos configura una imagen falsa de que no hay salida.


*Esta conversación imaginaria está basada en textos, anotaciones, síntesis, agregados y conclusiones del libro Vigilar y Castigar de Michel Foucault y en la Conferencia sobre Amar, Co-crear, Escuchar realizada por Humberto Maturana y Ximena Davila, en Asunción-Paraguay, el 23.09.2014.

martes, 19 de agosto de 2014

La danza maravillosa de la vida

Por azar o por destino en la danza de la vida

Más allá de la muerte de la cual también surge la vida

Se trasciende hasta el infinito

Y en el infinito están las posibilidades y las probabilidades

En ese fluir como arroyito que siempre va hacia adelante

Sin importar los obstáculos que se coloquen en frente

Pueden lograr estancarlo momentáneamente inclusive

Pero el arroyito siempre logra rebasarlos para continuar hacia adelante

Y en ese fluir de la vida nosotros somos las areniscas

O simplemente los granitos de arena

Que se mueven y se integran en la maravilla

Y que muchas veces no captamos porque apagamos nuestra imaginación

Basta con prenderla de vuelta para ver que ahí están todos esos tesoros

Que se nos escabullen porque simplemente optamos por no verlos

A veces también se nos escapa el conocimiento de muchas cosas

En las olas inmensas donde fluye la vida

Pero más se nos escapa que todo lo que fluye a nuestro alrededor

Es algo tan maravilloso y la mayoría de las veces pasa imperceptible

Ni la muerte puede robarnos nuestros tesoros

Porque el brillo se hace más intenso en nuestros corazones

Y llevamos las cosas que no son cosas

Ahí en donde siempre tendrán vida

Todo es fruto de compartir y admirar

De sentirse con el otro y con el entorno

Las adversidades estarán también

Pero el horizonte que es cambiante porque es inmenso

Siempre nos ofrece panoramas, sueños y utopías

Y el camino haciéndose al andar

Es el aprendizaje enigmáticamente maravilloso

Sólo tropieza el que camina

Y el que camina anda y vive


Juan Carlos Duré Bañuelos 

viernes, 1 de agosto de 2014

01.08.2014, día del abogado en Paraguay

Palabras del personaje que hace de skinhead (cabeza rapada neo-nazi) en la película y que asesino a un inmigrante a patadas: “Presento un problema muy particular a este tribunal y a esta sociedad, si ignoran este problema o tratan de resolverlo simplemente con la cárcel no desaparecerá, sólo empeorará. Pido que las herramientas de rehabilitación sean puestas a mi disposición. Si este tribunal o la gente de esta sociedad le da la espalda a este problema no solamente no desaparecerá, irá cada vez a peor, se tambalearán los cimientos de su sociedad. He admitido mi culpa y no les pido ni que me excusen, ni que me perdonen, les pido que vean este problema no sólo como mío sino de algún modo también como suyo y que hagan algo al respecto. La mano del odio, el pie, el arma no pueden ser derrotados simplemente a través de la fuerza, sino sólo y eternamente, siempre con la inteligencia que algunos de ustedes han tenido la buena fortuna de poseer en la vida.” 

En Paraguay existe otro tipo de falta de amor, otro tipo intolerancia, otro tipo de violencia, otros tipos de delitos y crímenes, pero lo fundamental de esta película es que muestra lo complejo de la profesión del abogado y la importancia de cambiar estas cosas por su contrario o sea por amor, tolerancia y respeto a las normas de convivencia que se basen en el respeto y no en la arbitrariedad y la negación del otro.





domingo, 22 de junio de 2014

1. Más allá de lo que creí 2. La dialéctica de lo agrío y lo dulce

1. Más allá de lo que creí: 

Yo creí
Porque te vi
Y al verte me vi
Que eras para mí
Pero también intuí
Que no podías ser para mí
Por eso te devolví
A la libertad con la que te vi
Así  pude deconstruir  lo que creí
Y alcanzar a la belleza que hay en ti


2. La dialéctica de lo agrío y lo dulce: 

Las tristezas como las alegrías son nuestras compañeras en el camino de la vida, a veces las segundas endulzan a lo agrío de las primeras y las primeras a veces le dan un toque agrío a lo dulce de las segundas, por eso es que cuanto más se  saborea a la vida se puede llegar a notar que ella es complejamente agridulce.



Juan Carlos Duré Bañuelos 

miércoles, 11 de junio de 2014

Meciendo a mi hijita

Después de unos días de pesadumbre y problemas fui a visitar a mi hijita como de costumbre y la encontré con algo de sueñito…

Entonces la levante y la lleve upita hasta el sillón de mecer…

Ahí estuvimos con ella abrazaditos y dormitando…

Ella me acariciaba la cara con sus manitos chiquititas mientras  yo la abrazaba y la mecía…

Todo se transformó en una hermosa y tierna plenitud…

A partir de esa plenitud me vinieron algunas imágenes…

La de los niños y niñas de los pueblos originarios que se estaban bañando al costado de la plaza uruguaya en la intemperie y que había visto unos momentos antes de llegar a la casa de mi hijita… La de los niños que cotidianamente veo en los colectivos pidiendo unas moneditas… La de los niños casi destruidos que vemos todos los días en la calle… La de los niños que ven a sus padres sumidos en la miseria, en la desesperación, en la violencia, en la exclusión… La de los niños que ven a sus padres escondidos en sus perfectos maquillajes, en sus caretas, con sus cariños de plástico, con rostros sin contenido…

Por supuesto también de los momentos, cada vez más escasos y fugaces, de ternura real con la cual nos relacionamos con nuestros seres queridos, con los demás y con nuestro entorno…

Pensaba en lo bella que era esa relación de ternura en la cual me hallaba sumergido con mi hijita y me decía: Esto es el origen de todo!, de esta relación de ternura hermosa es que se edificó toda la vida de los seres humanos….

¿Qué paso?, ¿quién nos robó?, ¿cómo extraviamos esta hermosa ternura?, ¿dónde nos perdimos?, ¿a cambio de que la despreciamos?, ¿a qué precio?, ¿la transformamos en mercancía?, ¿somos conscientes de que se nos escapa de las manos y de la vida cada vez más rápido?, ¿la hemos desechado de nuestras vidas?...

Pero la pregunta que más se me quedo en la cabeza es: ¿No bastaría con sentir más seguido esa hermosa ternura, multiplicarla y reproducirla para realizar una verdadera revolución y recuperarnos nuevamente?…



Juan Carlos Duré Bañuelos

Esbozos sobre el pensamiento, el método y el arte de Paulo Freire

Máximo Representante del Constructivismo1


Paulo Freire (1921-1997) fue uno de los mayores y más significativos pedagogos del siglo XX. Con su principio del diálogo, enseñó un nuevo camino para la relación entre profesores y alumnos. Sus ideas influenciaron e influencian los procesos democráticos por todo el mundo. Fue el pedagogo de los oprimidos y en su trabajo transmitió la pedagogía de la esperanza. Influyó en las nuevas ideas liberadoras en América Latina y en la teología de la liberación, en las renovaciones pedagógicas europeas y africanas, y su figura es referente constante en la política liberadora y en a educación. Fue emigrante  y exilado por razones políticas por causa de las dictaduras. Por mucho tiempo, su domicilio fue el Consejo Mundial de las Iglesias en Ginebra, Suiza.

Biografía1


Nació en Recife, Brasil, en 1921. En 1947, fue director del Departamento de Educación y Cultura del Servicio Social de la Industria. Estudió letras y se doctoró en 1959 en Filosofía e Historia de la Educación con la tesis«Educación y actualidad brasileña», en la que se sientan las bases de su método, según el cual todo proceso educativo debe partir de la realidad que rodea a cada individuo.
En los años 50, perteneció al primer Consejo Estatal de Educación de Pernambuco. En 1961, fue nombrado director del Departamento de Extensión Cultural de la Universidad de Recife. En 1963 puso en práctica su primera experiencia educativa de grupo, dentro de la Campaña Nacional de Alfabetización, consiguiendo la alfabetización de 300 trabajadores rurales en mes y medio. Fue acusado por la oligarquía y por ciertos sectores de la Iglesia de agitador político.


Como consecuencia del golpe militar de 1964, debió abandonar su actividad, calificada de subversiva, y buscó refugio en Chile, donde participó en diversos planes del gobierno democristiano de Eduardo Frei, como el programa de educación de adultos del Instituto Chileno para la Reforma Agraria (ICIRA). En Chile escribe Pedagogía del oprimido, cuyo contenido desagradó al gobierno de Santiago.

Profesor de la Universidad de Harvard, colaboró con los grupos dedicados a la reforma educativa en los ámbitos rurales y urbanos. En 1970 se trasladó a Ginebra (Suiza), donde trabajó en los programas de educación del Consejo Mundial de las Iglesias.

Después de dieciséis años de exilio, en 1980 volvió a Brasil, impartiendo docencia en la Universidade Estadual de Campinas y en la Pontifícia Universidade Católica de São Paulo, ciudad esta última de la que fue Secretário de Educação. En 1986, recibió el premio internacional «Paz y Educación» de la UNESCO. Fue investido doctor«honoris causa» por una veintena de universidades de todo el mundo.

Contexto en el que se inició Paulo Freire1


Pablo Freire conoció desde niño la realidad del nordeste brasileño,en el que hasta hacía poco se vivía en esclavitud y que por aquellos tiempos las clases rurales vivían en relaciones laborales de opresión,marginadas del proceso social, político y económico y sin participación alguna en las decisiones importantes para el país.

Es ahí donde se introduce Paulo Freire, que intenta que sus coterráneos rompan su pasividad y silencio, que reconozcan la fuerza de su unidad transformadora, que adquieran la capacidad crítica para relacionarse con la sociedad y que se liberen de sus ataduras, única posibilidad de cambio de la sociedad. Se inserta en las nuevas ideas revolucionarias que existían en América Latina en los años 60, imbuido del lenguaje de liberación surgido de de las corrientes más avanzadas del catolicismo, que provocaron la teología de la liberación, y utilizando elementos de la dialéctica marxista para lavisión y comprensión de la historia.

El Pensamiento de Paulo Freire1


Paulo Freire se ocupó de los hombres y mujeres «no letrados», de aquellos llamados «los desarrapados del mundo», de aquellos que no podían construirse un mundo de signos escritos y abrirse otros mundos, entre ellos, el mundo del conocimiento (sistematizado) y el mundo de la conciencia (crítica). Porque para Freire el conocimiento no se transmite, se «está construyendo»: el  acto  educativo  no  consiste  en  una transmisión de  conocimientos, es el goce de la construcción de un mundo común. Juan Manuel Fernández Moreno (ILCE)

El Método de Paulo Freire1


El método de Freire es fundamentalmente un método de cultura popular, que, a su vez, se traduce en una política popular: no hay cultura del pueblo sin política del pueblo. Por este motivo, su labor apunta principalmente a concienciar y a politizar. Freire no confunde los planos político y pedagógico: ni se absorben, ni se contraponen. Lo que hace es distinguir su unidad bajo el argumento de que el hombre se hace historia y busca reencontrarse; es el movimiento en el que busca ser libre. Ésta es la educación que busca ser práctica de la libertad.

La metodología surge de la práctica social para volver, después de la reflexión, sobre la misma práctica y transformarla. De esta manera, la metodología está determinada por el contexto de lucha en que se ubica la práctica educativa: el marco de referencia está definido por lo histórico y no puede ser rígido ni universal, sino que tiene que ser construido por los hombres, en su calidad de sujetos cognoscentes, capaces de transformar su realidad.

La manera en que Freire concibe la metodología quedan expresadas las principales variables que sirven de coordenadas al proceso educativo como acto político y como acto de conocimiento; éstas son: la capacidad creativa y transformadora del hombre; la capacidad de asombro, que cualquier persona tiene, sin importar la posición que ocupe en la estructura social; la naturaleza social del acto de conocimiento y la dimensión histórica de éste.

Otras características del método de Freire son su movilidad y capacidad de inclusión. Por ser una pedagogía basada en la práctica, ésta está sometida constantemente al cambio, a la evolución dinámica y reformulación. Si el hombre es un ser inacabado, y este ser inacabado es el centro y motor de esta pedagogía, es obvio que el método tendrá que seguir su ritmo de dinamicidad y desarrollo como una constante reformulación



“El analfabetismo es una de las expresiones concretas de una injusta realidad social”. El desarrolló un nuevo enfoque de la alfabetización en relación al pensamiento: “aprendiendo a leer la palabra y aprendiendo a leer el mundo”.
http://www.reflect-action.org/es/node/155
Base dialéctica del pensamiento de Freire2:


Para el mecanicismo el futuro no es un problema, sino que esta predeterminado.

Posibilidad y Determinismo
Objetividad y Subjetivismo
Sujeto y Sociedad
Oprimido y Opresor

En la actualidad se reivindica a un individuo aislado y no a un sujeto.

Hablar y escribir son ejercicios de riesgo, pero callar siempre es más caro.


Posibilidad y Determinismo
                 

Conciencia    Sensación de imposibilidad  ---->Tendencia a la                                                                                                  acomodación
Critica

                

Posibilidad    Incompetencia

                           

                       Impotencia


Opción: La acción política comprometida.
Propuesta: Instrumento conceptual para enfrentar la manipulación brutal y diaria.

Modalidad temporal de la crisis actual2:


Inventar razones para la anestesia.

La vertiginosidad no permite pensar y las personas se ven compelidas a estructurarse, desestructurarse y  volver a estructurarse: en este proceso constante se produce una pérdida de nosotros mismos generándose sujetos de desconocimiento.

El uno mismo como trampa: Uno mismo sin conexión es un alienado con relación a los otros y a su entorno.



Pedagogía del oprimido3:


Los métodos de la opresión no pueden, contradictoriamente, servir a la liberación del oprimido.

No es una pedagogía para él, sino de él.

Él no es una cosa que se rescata sino sujeto que se debe autoconfigurar responsablemente.

La verdad del opresor reside en la conciencia del oprimido.

Las técnicas de dicho método acaban por ser la esterilización pedagógica del proceso en que el hombre constituye y conquista, históricamente, su propia forma: la pedagogía se hace antropología.

Esa conquista no se iguala al crecimiento espontaneo de los vegetales: se implica en la ambigüedad de la condición humana, se complica en las contradicciones de la aventura histórica, se explica, o mejor dicho, intenta explicarse en la continua recreación de un mundo que, al mismo tiempo, obstaculiza y provoca el esfuerzo de la superación liberadora de la conciencia humana.
Es lo que pretendemos insinuar en tres chispazos.
Primero: el movimiento interno que unifica los elementos del método y los excede en amplitud de humanismo pedagógico.
Segundo: ese movimiento reproduce y manifiesta el proceso histórico en que el hombre se reconoce.
Tercero: los posibles rumbos de ese proceso son proyectos posibles y, por consiguiente, la concienciación no sólo es conocimiento o reconocimiento, sino opción, decisión, compromiso.

Alfabetizar es concienciar, Proceso del método Freire, aprender a decir su palabra3:


"Me gusta discutir sobre esto porque vivo así. Mientras vivo no veo. Ahora sí, observo cómo vivo".
Una mujer en el proceso de alfabetización.


  1. Una investigación previa explora el universo de las palabras habladas en el medio cultural del alfabetizando. 
  2. Las palabras encontradas son llamadas generadoras porque, a través de la combinación de sus elementos básicos, propician la formación de otras.
  3. Estas significaciones constituidas en sus comportamientos son codificadas en cuadros, diapositivas, films, etc., representativos de las respectivas situaciones que, de la experiencia vivida del alfabetizando, pasan al mundo de los objetos. 
  4. El alfabetizando gana distancia para ver su experiencia, “ad-mira”. En ese mismo instante, comienza a decodificar.
  5. La decodificación es análisis y consecuente reconstitución de la situación vivida: reflejo, reflexión y apertura de posibilidades concretas de pasar más allá.
  6. La inmediatez de la experiencia, mediada por la objetivación se hace lúcida, interiormente, en reflexión a sí misma y crítica anunciadora de nuevos proyectos existenciales.
  7. Lo que antes era enclaustrado, poco a poco se va abriendo; “la conciencia pasa a escuchar los llamados que la convocan siempre más allá de sus límites: se hace crítica”.
  8. Al objetivar su mundo, el alfabetizando se reencuentra en él, reencontrándose con los otros y en los otros, compañeros de su pequeño  “circulo de cultura”.
  9. Se encuentran y reencuentran todos en el mismo mundo común y, de la coincidencia de las intenciones que los objetivan, surgen la comunicación, el diálogo que critica y promueve a los participantes del círculo.
  10. Así juntos recrean críticamente su mundo: lo que antes los absorbía, ahora lo pueden ver al revés. 
  11. En el círculo de cultura, en rigor, no se enseña, se aprende con “reciprocidad de conciencias”; no hay profesor, sino un coordinador, que tiene por función dar las informaciones solicitadas por los respectivos participantes y propiciar condiciones favorables a la dinámica del grupo, reduciendo al mínimo su intervención directa en el curso del diálogo.
  12. La codificación y la descodificación permiten al alfabetizando integrar la significación de las respectivas palabras generadoras en su contexto existencial: él la redescubre en un mundo expresado por su comportamiento.
  13.  Cobra conciencia de la palabra como significación que se constituye en su intención significante, coincidente con intenciones de otros que significan el mismo mundo.
  14. Este mundo es el lugar de encuentro de cada uno consigo mismo y con los demás.


El método de Paulo Freire rehace críticamente el proceso dialéctico de historización. Como todo buen método pedagógico, no pretende ser un método de enseñanza sino de aprendizaje; con él, el hombre no crea su posibilidad de ser libre sino aprende a hacerla efectiva y a ejercerla. La pedagogía acepta la sugerencia de la antropología: se impone pensar y vivir la educación como práctica de la libertad.

La cultura marca la aparición del hombre en el largo proceso de la evolución cósmica. La esencia humana cobra existencia autodescubriéndose como historia.

La palabra, por ser lugar de encuentro y de reconocimiento de las conciencias, también lo es de reencuentro y de reconocimiento de sí mismo. Se trata de la palabra personal, creadora, pues la palabra repetida es monólogo de las conciencias que perdieron su identidad, aisladas, inmersas en la multitud anónima y sometidas a un destino que les es impuesto y que no son capaces de superar, con la decisión de un proyecto.

Con el método de Paulo Freire, los alfabetizandos parten de algunas pocas palabras, que les sirven para generar su universo vocabular. Pero antes, cobran conciencia del poder creador de esas palabras, pues son ellas quienes gestan su mundo. Son significaciones que se constituyen como historia, de la que los alfabetizandos se perciben sujetos, hasta entonces, tal vez, ignorados por sí mismos, mistificados o masificados por la dominación de las conciencias.

La alfabetización, por todo esto, es toda la pedagogía: aprender a leer es aprender a decir su palabra. Y la palabra humana imita a la palabra divina: es creadora.

El diálogo autentico –reconocimiento del otro y reconocimiento de si en el otro- es decisión y compromiso de colaborar en la construcción del mundo común.

Aprender a tomar la palabra de los que la retienen y niegan a los demás, es un difícil pero imprescindible aprendizaje: es “la pedagogía del oprimido”.

Construyendo sueños2:












El destaque de la esperanza2:


Estar en el mundo persiguiendo un mañana que tenemos que crear y no esperar.

La esperanza como creación de las condiciones para la esperanza. La esperanza no existe fuera de la acción, fuera de la acción lo que hay es desesperanza.

Si la historia es posibilidad es imposible la imposibilidad absoluta.

Referencias:



  1. Página creativa de cine y educación: http://www.uhu.es/cine.educacion/figuraspedagogia/0_paulo_freire.htm
  2. Resumen, interpretación y elaboración propia basados en la entrevista “Paulo Freire Ideales mitos y utopias a finales del siglo XX en la Universidad de Buenos Aires, UBA”, http://www.youtube.com/watch?v=UqpyKzxJI1Q.
  3. Resumen e interpretación basados en el libro “Pedagogía del Oprimido”, de Paulo Freire, bajado en formato PDF de: http://www.servicioskoinonia.org/biblioteca/general/FreirePedagogiadelOprimido.pdf 










lunes, 19 de mayo de 2014

Te veo a veces

Te vi

Te vi y te escribí
te escribí porque lo sentí
y por sentirte no pude dejar de escribirte
más allá de la distancia se quedó tu fragancia
y mi mente vaga hace que haga
un camino hacia tu destino

A veces

A veces se nos escapa el conocimiento de muchas cosas en las olas inmensas donde fluye la vida… Pero más aún se nos escapa que todo lo que fluye a nuestro alrededor es algo tan maravilloso y la mayoría de las veces pasa imperceptible.

Por esa razón es que el corazón intenta salir de su caparazón y dejar de dudar para darse un chapuzón en el mar donde fluye el amor y se aplacan las olas con el objetivo de ver y sentir mejor.

Debido a que en el prójimo se encuentra nuestro homónimo el amor no puede hacernos obviar el dolor porque la pasión sin compasión es desenfreno que ha perdido su freno y en la vertiginosidad actual eso adquiere una peligrosidad brutal planteándonos ser o desaparecer.

Vivir sin sosiego es como convivir con el riesgo pero así como hay gente que se ha preguntado ¿quién te quita lo bailado?, así también cuando el amor surge con nobleza y se inspira en la belleza toca con sutileza a la grandeza que lo embelesa.


Juan Carlos Duré Bañuelos 

domingo, 11 de mayo de 2014

Una interpretación sobre algunas cuestiones relacionadas a la verdad

Sería mucho más que pretencioso, sería petulante plantearse responder a esta pregunta de Pilatos: ¿Qué es la verdad?... Si tratar de responder a esta pregunta sería pretencioso y petulante imagínense el grado de arrogancia  y delirio de grandeza que tienen muchos que creen que son dueños de la verdad… 

Por lo mencionado precedentemente me limitaré a realizar una interpretación “sobre algunas cuestiones relacionadas a la verdad” que no es lo mismo que “de la verdad”.

Antes que nada voy a mencionar algunas cuestiones relacionadas al nacimiento y a la existencia…

Para que nazca un ser humano se requiere una relación entre dos seres humanos con capacidad de reproducirse, de esta relación entre estos dos seres humanos se forma primeramente una relación casi simbiótica de un ser con su madre.



Vemos una primera cuestión fundamental aquí: Las relaciones entre los seres humanos generan vida.

Las personas que nacen se ven arrojadas a un entorno que no eligieron y que va formando su ser, así tenemos otras cuestiones fundamentales aquí: el entorno y los condicionamientos, (materiales, sociales, culturales, el lenguaje, etc.), influyen en la existencia.

Para comprender lo que sigue voy a necesitar la colaboración del aula, cierren sus ojos e imagínense a un pajarito, un pajarito azul. ¿Lo tienen? Bueno, abran los ojos y entréguenme el pajarito que se imaginaron… ¿No se puede verdad? Ahí tenemos otra cuestión fundamental: Las contradicciones son inherentes al ser, en este caso nuestra capacidad infinita interna de crear y las limitaciones de nuestra existencia material.

Luego, tenemos que en el ser humano surgen e insurgen todo tipo cuestiones: Un magma es inherente al ser.

Mediante esta capacidad de surgir e insurgir vamos formando por un lado sentimientos y por otro lado pensamientos, estos pensamientos forman a su vez conjeturas, lógicas, razonamientos, leyes. (Pero para pensar uno debe aprender a cuestionarse a sí mismo y a cuestionarse sobre su entorno, a no atarse a una lógica o a un dogma y a buscar, por sobre todo, hacerse a uno mismo, pero siempre, y esto es fundamental, en solidaridad con los demás y con el entorno).

A partir de conjeturas, leyes, lógicas y razonamientos se elaboran los discursos que son construcciones destinadas a generar un vínculo social. 

Estos discursos pueden ser compartidos y convertirse en convenciones sociales.

Además del discurso tenemos la capacidad de realizar simples opiniones y también de ir más allá de la simple opinión: elaborando, justificando o fundamentando.

La distinción entre la simple opinión y la elaboración justificada o fundamentada es muy importante a la hora de comunicarnos con los demás, principalmente para transmitir y compartir nuestros pareceres, conjeturas, lógicas y razones.

¿Dónde compartimos todo esto, además de la familia?
En la sociedad que es el espacio en el cual se dan todo tipo relaciones y que tiene como bases varias convenciones. En la sociedad debería existir un espacio especial para formar a esta nueva faceta del ser humano: el ciudadano, que debería ser aquel capaz de gobernar y ser gobernado. La sociedad también es el espacio donde se desarrollan los sistemas de convivencia. La base de la convivencia en sociedad a su vez es el otro. Por eso si uno pierde la capacidad de ver en el otro la base de su existencia se pierde el respeto hacia la convivencia, se pierde el respeto hacia uno mismo, y cuando no hay respeto lo que queda es imposición, violencia e intolerancia.

En cuanto a la libertad… Hay un pensamiento vinculado a Sartre que utilizare con el objeto de sintetizar muy resumidamente mi pensamiento al respecto: Somos libres de hacer lo que queramos con lo que hicieron y hacen de nosotros, pero no somos libres de dejar de ser libres y en el despliegue de esta libertad obramos sobre otros y sobre nuestro entorno, de ahí  el intimo vínculo entre la acción, la libertad y la responsabilidad, pero por sobre todo está la importancia de la conciencia de esta vinculación.

Por lo brevísimamente expuesto, me parece que antes que pretender adueñarnos de la verdad es más importante no olvidar que nuestro ser está formado por todo esto y más: nosotros mismos, los demás, el entorno, los condicionamientos, las contradicciones, la capacidad de surgir e insurgir para formar: sentimientos, razones, lógicas, opiniones simples, opiniones elaboradas y justificadas, convenciones, discursos, sociedad, sistemas, autonomía, imposición, violencia, intolerancia, daños, reparación, responsabilidad, CONCIENCIA, etc.
  
Claro, nuestro ser se va formando por todo esto y también le da forma a todo esto, pero ¿dónde encontraríamos la manifestación de todos estos factores?

Evidentemente se encuentran en nuestras relaciones fundamentalmente, pero ¿cuál sería la fuerza principal que garantice la buena calidad de las relaciones entre los seres humanos y entre estos con su entorno?

No encuentro mejor respuesta que hacer una apología del amor, a pesar de todo!

Por último, para justificar el título de este escrito agregaré lo siguiente: ya existen demasiados dueños de la verdad, técnicos de la verdad, jueces y legisladores irresponsables, porque no probamos con ser mejores intérpretes, este es un rubro con muchas potencialidades para ser.



Juan Carlos Duré Bañuelos