sábado, 21 de noviembre de 2015

La ineficacia de la anacrónica “política internacional” ante los problemas mundiales

Dos casos

1. El petróleo

La fijación del precio del petróleo era decidida, principalmente,  por un grupo de países petroleros integrantes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Dos de esos países fueron invadidos y/o se sumieron en una encarnizada crisis humana (Irak y Libia). Otros países que integran la OPEP se encuentran bajo presiones de grupos hegemónicos internacionales o sumidos en constantes conflictos políticos.

La intensificación de estas crisis y conflictos en medio oriente dieron nacimiento a grupos de terroristas incontrolables que desataron la barbarie hasta Siria, pero que actualmente sacuden con sus acciones terroristas a oriente y a occidente, o sea al mundo entero.  

Ahora bien, ¿todas estas crisis y conflictos hacen más fácil el negocio del petróleo?, ¿cómo es que con tantas crisis y conflictos el precio del petróleo haya bajado tanto?, ¿si la demanda no baja quiere decir que la cantidad de producción o explotación aumenta, aumentado así la oferta?, ¿o bajaron los costos de producción o de explotación?,  ¿quiénes deciden el precio en el negocio del petróleo?, ¿qué criterios utilizan?, ¿cuál es el vínculo del terrorismo con el negocio del petróleo?, ¿se maneja responsablemente la explotación energética del petróleo?

Estas preguntas son ineludibles para encontrar una respuesta que nos acerque hacia la comprensión de lo que sucede en medio oriente, pero también para entender las constantes tensiones en las que se encuentran sumidos algunos países petroleros.   

 2. Un pueblo sin tierra

Me refiero a los kurdos, una de las naciones más perseguidas en la actualidad. Los kurdos, constantemente, se ven sometidos a la negación, a la asimilación, a la reducción o al exterminio. Se asientan, principalmente, en Irak, Turquía, Irán, Armenia y Siria.

Los yazidies pertenecen a la comunidad kurda que más es perseguida y no son musulmanes. El Yazidismo es una religión muy poco conocida y comprendida. Actualmente el Estado Islámico utiliza a las mujeres yazidies como esclavas sexuales, a sus niños los matan sin contemplación y a los que no son exterminados los utilizan como esclavos o los subyugan con el terror y la estigmatización. Para los yazidies el sol, el pavo real y el círculo son sagrados. El Estado Islámico vincula a los yazidies con los adoradores del diablo. Melek Taus es el principal ángel de los yazidies y su religión tiene sus raíces en las más antiguas religiones del medio oriente y del mundo, teniendo en cuenta sus vínculos con los sumerios y con el zoroastrismo. El genocidio contra esta comunidad religiosa hace rato ya se debió denominar HOLOCAUSTO.   

La nación kurda, como vimos, se asienta en países que tienen petróleo,  que “geoestratégicamente son muy importantes” y que están sumidos en la barbarie o bajo la presión internacional.

¿Cómo la falta de una política internacional vincula a estos dos casos?

El caso del petróleo tiene que ver con una cuestión de interés general que es “administrada” por un grupito reducido de particulares o, mejor dicho, por un grupito reducido de intereses particulares. El caso de los kurdos tiene que ver con una cuestión particular que no es asumida por nadie. Sin embargo, estos dos casos nos afectan a todos, como nos afecta a todos el atentado en Francia.

En síntesis, estos dos casos se vinculan con la ineficacia de la anacrónica “política internacional” irresponsable o mejor dicho con la falta de conciencia de que nuestra única y verdadera patria es nuestro mundo, que sin el otro y sin el cuidado del entorno no podríamos existir y que los demás no pueden ser reducidos a instrumentos u objetos para la satisfacción de intereses sectoriales o particulares. La política es asunción de responsabilidad y si no se refiere a eso, pero utiliza ese nombre, es porque está siendo utilizada como el significante de otra cosa.    

Si bien, en el contexto actual en el que vive Siria y medio oriente, ya es inevitable la intervención militar, ésta debe ser dirigida para alcanzar objetivos políticos claros o sino se seguirán desatando fuerzas barbáricas irresponsablemente que después no se pueden controlar.

No comprenderemos la gravedad del problema si entendemos este escrito, pero al final seguimos con comportamientos tribales, en los cuales sólo vale lo que “yo” pienso, lo que “yo” digo y “mis” intereses o lo que “mi” grupo tribal piensa, dice y sólo “sus intereses” y, por sobre todo, si no “me” importan las consecuencias de “mis” actos o los actos de “mi” grupo sobre los demás, (pan nuestro de cada día, en especial en la politiquería o en la deformación de la política).