Introducción:
En este trabajo
desarrollaremos un análisis sobre los conceptos, la estructura y la dinámica
del clientelismo extraídos del trabajo de Gustavo Setrini y complementados en este trabajo.
Esta focalización tiene por
objeto coadyuvar a una mejor comprensión teórica del fenómeno del clientelismo
e identificar, dentro de ese enfoque teórico, cual sería una herramienta para
su transformación.
Resumen, análisis y agregados
Clientelismo
definición e interpretación:
Institución informal que
establece los parámetros para la política de distribución de bienes y servicios
y alienta la búsqueda particular, en contraposición de la búsqueda colectiva,
de los intereses económicos y políticos, promoviendo la prestación de bienes
divisibles y privados en lugar de la prestación de bienes públicos.
La informalidad de su
institución deviene de que no esta regulada; enfoca su objetivo en la
distribución de bienes y servicios, lo que la diferenciaría de otro tipo de
problemas del sector público que no tienen un fin distributivo; alienta la
búsqueda particular fomentando relaciones verticales e individuales de poder,
debilitando así a las exigencias colectivas, a los servicios públicos y
generando una gran dependencia, expulsión y desigualdad.
Por qué es
importante diferenciar los problemas del sector público?
Si bien existe la tendencia
popular de agrupar todas carencias del sector público en una sola
categoría, tales fallas pueden tener su origen en problemas diferentes. A su
vez, estos problemas precisan de diferentes soluciones.
Así como somos propensos a
culpar de todos los males de la política a un solo individuo, a unos
individuos, a un sector o a un grupo; también cometemos el error de identificar
los males del sector público en un solo problema.
Este error, producido no tanto
por una comodidad intelectual, sino por
el reconocimiento mismo del sistema patrimonialista y su mecanismo clientelar
nos da la pauta del grado en el que se encuentra instalado este sistema y su
mecanismo dentro de nuestra sociedad.
El clientelismo
no es corrupción:
La Corrupción implica la
compra de influencia política por parte de los actores económicos privados y es
un amplio fenómeno en sociedades clientelistas y no clientelistas por igual.
El clientelismo implica la
relación contraria, en la cual los recursos públicos se distribuyen de forma
personalista a particulares o grupos privados a cambio de apoyo político.
Esta diferenciación generó
confusión en mi exposición en clase, pero la cuestión fundamental está en que
el clientelismo tiene como objeto la distribución y la corrupción la ganancia;
el clientelismo la compra de conciencia para mantener un sistema y la
corrupción la compra de conciencia para obtener lucro con el tráfico de
influencias.
Reforma del
servicio público:
Existen varias reformas para
distintos tipos de problemas en el sector público y como vimos es imperiosa la
necesidad de salir de esa identificación en un solo problema todos los males
del sector público; esto con el objeto de encontrar verdaderas soluciones o una
mejora a la administración de los mismos y poder así superar el plagueo estéril
que genera el error mencionado.
Entre las reformas que se
deben realizar al sector público se encuentran las reformas del servicio civil,
las reformas sobre rendición de cuentas, las reformas de gestión, las reformas
fiscales y monetarias, la reforma agraria, etc.
Estructura del
Patrimonialismo (Elaboración propia)
1.
Sultanismo
El Sultanismo se da cuando el
sistema patrimonialista alcanza su máxima expresión, llegando a establecerse un
único patrón distribuidor en la cúspide de la pirámide, pero no solo se
caracteriza por esto, sino que por la alta legitimidad que adquiere el
patrimonialismo como sistema, esto se puede notar con las expresiones que se
utilizan muy comúnmente como: Ese tipo no tiene plata, no puede ayudarse ni a
sí mismo como le va ayudar a los demás (en referencia a algún candidato que sea más bien sencillo y austero que ostentoso y opulento) o cuando se dice de algún empleado
público honesto que estuvo en un puesto clave: i vyro mboriahu osevo (es un tonto, salio pobre).
2.
Patrimonialismo
Sistema por el cual un
gobierno, partido político, corporación, etc., considera como propios a los
bienes públicos y los administra con criterios clientelares.
3.
Clientelismo
Mecanismo por el cual se distribuyen bienes y servicios y se alienta
la búsqueda particular, en contraposición de la búsqueda colectiva, de los
intereses económicos y políticos, promoviendo la prestación de bienes
divisibles y privados en lugar de la prestación de bienes públicos.
3.1. La
visión de clientelismo de Simone Piattoni (Prebendarismo):
Conjunto de relaciones de
intercambio entre dos grupos, en las cuales los votos u otros tipos de apoyo
partidista de los clientes se intercambian por beneficios materiales privados,
divisibles y apropiables proporcionados por los patrones.
La compra de votos proporciona
el ejemplo más claro y más estudiado habitualmente.
3.2. Patronazgo:
Indica un subgrupo especial de
intercambios clientelares, en los cuales se ofrecen empleos del sector público
como moneda de cambio.
Primeros escritos
sobre clientelismo: de las etapas tempranas agrarias de la transición al
desarrollo:
Etapa agraria:
Las condiciones económicas y
sociales comunes a las sociedades agrarias –como la fuerte desigualdad, la
severa escasez e incertidumbre económica, y los patrones de organización social
basados en la estructura de clanes y en el parentesco – fomentaron el
desarrollo de un conjunto de relaciones sociales basadas en la reciprocidad y
el intercambio personalista.
La similitud de este concepto
teórico con la realidad del Paraguay nos lleva a identificarnos más a esta
etapa, puesto que muchas familias de políticos se reconocen a ellas mismas como
clanes; también puede servir para la identificación con esta tipología teórica
las relaciones que se dan con los empleados rurales: Más que generar una
relación económica de pago por prestación de servicios a los empleados rurales,
especialmente el peón, se los trata como cuasi miembros de la familia; así la
relación laboral pasa a un segundo plano en este tipo de patronazgo –
parentesco.
Desarrollo:
El desarrollo industrial, la
urbanización y la modernización de las estructuras sociales en los países en
desarrollo generarían, en última instancia, estructuras políticas basadas en
intereses de clase o de grupo y la disminución del clientelismo de base rural.
El desarrollo disminuiría así
el clientelismo, pero es evidente que cuando las relaciones sociales tienden a
basarse en la generación de riquezas, en la cual una de las clases es dueña del
capital y la otra de la fuerza de trabajo, los intereses de cada una de estas
clases se desenvuelven con otra dinámica y se producen otro tipo de relaciones. Por tanto
surgen otros protagonistas y otro modelo de estructura.
Cambios y
estructura:
Las estructuras clientelares
implican cierta estabilidad, pero también se adaptan y cambian junto con las
demás instituciones que rigen la política y el sistema económico.
En el caso paraguayo, para
mencionar un ejemplo, “se realiza un golpe de estado en el año 89 que trajo más
libertades políticas y mayor respeto a los derechos humanos, pero ante la
ausencia de un proyecto país, el hecho de que el mismo partido que sostenía a
la Dictadura es el que realiza el golpe y que muchos de los organizadores del
golpe eran justamente miembros de esa burguesía fraudulenta incubada por la
estructura de poder Stronista, lo que se produce es la expansión de ese modelo
económico clientelar, sin proyecciones de desarrollo capitalista, ni de
industrialización, sin dinamismo económico, ni de competitividad, sellando con
un manto de impunidad a esa acumulación de riquezas en forma indebida” 1.
“Así se puede entender que se
manifieste fuertemente el proceso donde desaparece el ciudadano y aparece la
clientela. Se veneré a los que saben aprovechar su cargo con la esperanza de
que el mismo repartiera algo. La productividad, el emprendimiento, la
iniciativa y la competitividad son suplantados por la búsqueda de proveedores
de favores. Desaparece la res pública y aparece la res masa, vendida y comprada
a precio vergonzante, siendo estos los peores legados del Stronismo, el cual
logró expandir este modelo a todos los sectores políticos, todo esto instalado
hasta nuestros días” 2.
Conservadurismo,
ciudadanía, falta de desarrollo, relación de clases y fuerzas productivas
El clientelismo como mecanismo
conservador tiene por objeto mantener el sistema patrimonialista y por su forma
de relacionarse con sus clientes en forma particular, parasitaria y
verticalista conspira contra los intentos de agrupación de los Centros de poder
Democrático horizontales que pueden encontrarse en el desenvolvimiento de esa
multitud de grupos e instituciones que no forman parte o no dependen
directamente del gobierno o de los partidos clientelares. Ellos incluyen, por
ejemplo, la familia, las organizaciones religiosas, las asociaciones
culturales, clubes deportivos, asociaciones de productores, asociaciones
campesinas, instituciones económicas,
sindicatos, instituciones estudiantiles, organización de ciudadanos políticos,
pueblitos, comisiones vecinales, asociación de ciudadanos independientes,
grupos de investigación social y científica, grupos de intelectuales, medios de
comunicación, asociaciones de jardinería, organizaciones de derechos humanos,
grupos musicales, asociaciones de la tercera edad, organizaciones de opinión,
sociedades literarias y muchas otras más. Este fortalecimiento de los Centros
de poder Democrático sirve para que la gente pueda ejercer su influencia en la
sociedad, para la inserción constante de ciudadanos y como contralor ciudadano
de la efectiva implementación de medidas para el desarrollo nacional.
Retrotrayendo a lo que
analizábamos sobre el desarrollo existe una especie dentro de las fuerzas
sociales que se destaca por sobre las demás en ese contexto: esa es la fuerza productiva,
entendida como “la relación que existe entre el hombre y los objetos y fuerzas
de la naturaleza, el grado en que éste los domina. En el proceso de producción
de los bienes materiales, los hombres desarrollan y perfeccionan los
instrumentos de trabajo, crean nuevas máquinas, aprenden a explotar las
riquezas naturales, amplían sus conocimientos, van dominando las leyes que
rigen el desarrollo de la sociedad y de la naturaleza” 3.
Así entonces tenemos una clave
en la inserción de esa fuerza productiva que nos puede llevar a un cambio en el
modo de producción, que a la vez genera nuevas formas de relacionamiento y que
puede forzar a transformarse a un sistema patrimonial que cesa de corresponder
a las fuerzas productivas si son incentivadas y por el contrario se convierten
en su freno. Entonces será preciso romper las trabas de un sistema incapaz de
contener a esas fuerzas productivas.
Conclusión
El clientelismo funciona como
un mecanismo que adopta el sistema patrimonialista concebido (como tendencia de
un gobierno, partido político, corporación, etc., a considerar como propios los
bienes públicos y a administrar estos con criterios clientelares).
El estado patrimonialista no
puede existir sin corrupción y sin apoderarse de lo público.
Utiliza la corrupción para
poder solventar la clientela. Convierte a lo público en su patrimonio
particular para acrecentar su influencia parasitaria.
La importancia de este trabajo
(al precisar el concepto, la dinámica y la estructura del clientelismo) radica
en buscar el correcto diagnostico que necesita el sector público. Esto con el
objeto de diseñar una terapia que realmente ayude a mejorar al mismo.
En ese sentido, establece una
diferenciación entre corrupción y clientelismo, además menciona varias reformas
para distintos problemas del sector público (para mayor ampliación sobre el
tema ver el trabajo: Economía política del proceso de formulación de políticas
públicas de Andrew Nickson).
El clientelismo actúa como un
mecanismo parasitario en el funcionamiento de la estructura del estado y socava
la formación de una ciudadanía que busque el funcionamiento correcto de sus
instituciones.
Al promover relaciones
verticalistas y particulares entre los dueños de la cosa pública y sus
clientes, no tener instituciones que
funcionen para los fines que fueron creadas y servicios públicos ineficientes
se genera una expulsión cada vez mayor de personas.
El patrimonialismo,
corrupción, apropiación de lo público y clientelismo se convierten en un
círculo vicioso. Dentro de este círculo uno de los enemigos fundamentales son
las fuerzas sociales, especialmente las fuerzas productivas.
Referencias
1.
Evolución del Patrimonialismo en el Paraguay
desde los inicios del gobierno de Stroessner hasta el siglo XXI, Monografía,
Juan Carlos Duré Bañuelos
2.
Evolución del Patrimonialismo en el Paraguay
desde los inicios del gobierno de Stroessner hasta el siglo XXI, Monografía,
Juan Carlos Duré Bañuelos
3.
Diccionario de Economía Política, editado por
Borísov, Zhamin y Makárova
Bibliografía consultada
1. Veinte
años de democracia electoral en Paraguay. Del clientelismo monopólico al
clientelismo plural, Gustavo Setrini
2. Economía
política del proceso de formulación de políticas públicas, Andrew Nickson
3. Vida
Líquida, Zygmunt Bauman
4. Diccionario
de Economía Política, editado por Borísov, Zhamin y Makárova
5. De
la Dictadura a la Democracia, Gene Sharp
6. Evolución
del Patrimonialismo en el Paraguay desde los inicios del gobierno de Stroessner
hasta el siglo XXI, Monografía, Juan Carlos Duré Bañuelos
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