viernes, 15 de junio de 2012

Evolución del patrimonialismo en el Paraguay desde los inicios del gobierno de Stroessner hasta el siglo XXI

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Al principio iba a denominar a esta monografía: “El desarrollo del Capitalismo en el Paraguay desde los inicios del gobierno de Stroessner hasta el siglo XXI”, pero al ir desarrollando las características principales de esta época pude notar que existe una gran tendencia hacia el ejercicio personal del poder; que nuestros gobernantes administran al Estado como si les perteneciera y de una manera irresponsable; que la burguesía, en su gran mayoría, se fue formando por una serie de privilegios otorgados por los que ejercen el poder; que se adoctrino a los funcionarios públicos para que sirvan más a la autoridad y no tanto al pueblo; que los gobernantes no respetaron la dignidad, la libertad ni la vida de las personas a la hora de cumplir con sus objetivos o caprichos; que se repartieron tierras fiscales a los súbditos o fueron rematadas; que se hacen repartijas de bienes públicos en forma clientelar o de prebendas para crear una situación de dependencia hacia los que ejercen el poder; que se realizaron grandes obras que beneficiaron más a los que ejercieron el poder y sus allegados que al desarrollo económico del país; que la politiquería penetra en casi todos los ámbitos de la sociedad; que todo esto genero una división de clases que no se caracteriza por la relación que se da en la producción industrial, ni capitalista; que las reformas que se quisieron implementar terminaron tragicómicamente o en el gatopardismo; y que las consecuencias de todo esto no las pagan los gobernantes, sino todos los ciudadanos, o sea nosotros.

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El capitalismo, en el sentido productivo y no de especulación financiera, se caracteriza, idealmente, por la formación estructural de generación de riquezas a través de la producción que se realiza con la conjunción entre capital, materias primas y la división del trabajo organizada en industrias, empresas, etc.; basándose en la propiedad y la iniciativa privada; todo esto en medio de la más amplia libertad y solamente regulado por la oferta y la demanda.

Por las características encontradas en el desarrollo de está monografía veremos que la época analizada tiene mayores semejanzas con el concepto pre capitalista industrial de patrimonialismo, (como tendencia de un gobierno, partido político, corporación, etc., a considerar como propios los bienes públicos y a administrarlos con criterios clientelares y prebendarios).

La estructura patrimonialista de Paraguay no se caracteriza por el desarrollo de fuerzas productivas y la generación de riquezas. Tres de los motores fundamentales para que esta estructura no se descalabre aún son el mercado negro (privilegios, piratería, contrabando, narcotráfico, subempleo, etc.), la especulación financiera y fundamentalmente la impunidad. Habría que agregar que estos motores generan fondos, pero no riquezas, que ayudan a que se mantenga el Patrimonialismo fomentando paradigmas gansteriles, pero frenan el desarrollo de fuerzas productivas que generen una economía capitalista industrial y en donde las diferencias sociales se acentúan mucho más que en el capitalismo industrial.

Esta descripción que hace el padre Saro Vera en su libro El Paraguayo (Un hombre fuera de su mundo), de los gobernantes en Paraguay es contundente: “Desde el momento que el paraguayo es constituido en autoridad es un cacique, la ley no será un condicionamiento de su conducta sino el instrumento con el cual demostrará su poderío. La ley siempre será él. Las autoridades superiores serán incuestionables. Las inferiores invocarán la famosa orden superior, la instancia incuestionable”… El ejercicio de la autoridad convierte al paraguayo en “un cacique desubicado y distorsionado. La ley, por supuesto, en manos de este señor servirá en gran parte para afianzar y respaldar su propia voluntad y capricho”. A lo que escribe el padre Saro Vera le agregaría que estos problemas no son una característica particular del paraguayo, sino una consecuencia del sistema. 


EVOLUCIÓN DEL PATRIMONIALISMO EN EL PARAGUAY DESDE LOS INICIOS DEL GOBIERNO DE STROESSNER HASTA EL
SIGLO XXI

EL IMPULSO EXTERNO

Los primeros años del Gobierno de Stroessner se caracterizan por un impulso económico externo basamentado en la exigencia de la lucha contra el comunismo1, bien manipulada por el Stronismo para perseguir a sus adversarios políticos, y luego la de inaugurar un proceso de apariencia democrática de poder con la presencia de opositores en el Congreso; este proceso concluirá en 1967 con la incorporación a la legalidad política del Partido Liberal Radical.

Juan Carlos Herken en su trabajo “Desarrollo capitalista, expansión brasilera y condiciones del proceso político en el Paraguay”, manifiesta que este impulso externo no produjo una real modificación del sistema productivo debido a que gran parte del financiamiento externo sufrió una disminución importante en su real efectividad, por la propia estructura del estado que generó como contraparte una “burguesía fraudulenta” cuya acumulación primaria se realizó a partir de distintos mecanismos legales e ilegales (contrabando, adjudicación de tierras, narcotráfico, privilegios, corrupción) implantados por la misma estructura de poder como base de sustentación interna del estamento militar (que sufría un proceso de dominación a través del totalitarismo, ya que en las FF.AA. solo se podía ingresar si se era afiliado al partido colorado, se realizaban constantes loas al Dictador, sus héroes y allegados; además de un sistema de terror y privilegios implantado con casos paradigmáticos como el de Ortigoza2 y los militares devenidos en grandes terratenientes)3.

El mismo autor agrega que los resultados previstos para el desarrollo capitalista del Paraguay no dieron resultado, puesto que no se consiguió aumentar, en grado necesario, la capacidad productiva del sector agropecuario, estancando el desarrollo del sector industrial y aumentando la hipertrofia del sector de servicios en base al crecimiento del aparato estatal, la expansión del sistema comercial financiero-privado y la institucionalización del contrabando.

LA CREACIÓN DEL IBR

En 1963 se crea el Estatuto Agrario, se suprime de la legislación la expresión reforma agraria y se incorpora el término bienestar rural, creándose el Instituto de Bienestar Rural.

De acuerdo a lo que informa Carlos Pastore en su libro La lucha por la tierra, en la década del 60 fueron transferidas en propiedad un total de 1.323.404 hectáreas, con autorización de talar los bosques con fines comerciales so pretexto de convertirlos en praderas, contrariando expresa disposición constitucional que ordena al Estado preservar la riqueza forestal del país. El IBR organizó colonias ganaderas en zonas selváticas de la Región Oriental, en tierras pertenecientes al Estado, solicitadas por los interesados en la comercialización de productos forestales, con el pretexto de promover el cultivo de praderas para el engorde de animales vacunos. A esto hay que sumar 2.892.829 hectáreas de tierra del Estado, enajenadas a precio de promoción.

Los bosques de los departamentos de A. Paraná, Canindeyú, Itapúa, Caaguazù, Caazapá y parte de San Pedro empiezan a ser consumidos por empresas madereras extranjeras, especialmente Argentinas y Brasileñas; el gobierno incluso ofrecía hasta 70.000 gs. por indígena muerto, según lo denunciaba el Padre Melía, con el objeto de aumentar la cantidad de tierras negociables.

Siguiendo con el relato de Carlos Pastore, en el chaco se habilitaron 18 colonias con una superficie total de 2.760.305 hectáreas, distribuidas en 931 lotes reclutados entre los conductores principales del Estado y sus íntimos. Esta repartija es realizada por el grupo que controla el poder central del estado recurriendo a todos los medios, incluida la acción directa policial contra los ganaderos nacionales que no participaban de la misma.

En los inicios de la transición democrática un informe del entonces diputado Efraín Alegre pone de manifiesto que durante la existencia del Instituto de Bienestar Rural en los años de la dictadura, el gobierno adjudicó 11.883.262 has., es decir, el 29% de la superficie total del país. De dicho total, el 74% de la superficie fue adjudicada a 2,48 % de beneficiados mientras el 26% restante fue distribuido entre el 97.52% de los beneficiados.

En 1970 se concentraba en Asunción el 19, 2% de la población, por la falta de apoyo e inversión para lograr el desarrollo productivo del campo, muchos campesinos migran hacia la Capital y el exterior, especialmente Argentina. Debido a esta situación se generan alteraciones en la unidad económica campesina y la disgregación de la familia campesina se hace en forma desordenada, pocos jóvenes de la población activa pueden obtener una ocupación formal en el país; la sub ocupación y el crecimiento de barrios marginales van marcando la fisonomía de la Capital, con una falta total de una planificación urbanística y donde no hay un desarrollo industrial.

LA INFLUENCIA DE NUESTROS VECINOS

Coincidiendo con Herken, a finales de los 60 y principios de los 70 comienza una nueva etapa que representa una continuidad de la anterior, donde se observa nuevos factores de capital importancia, la expansión de la burguesía industrial brasilera y los capitales multinacionales y la concreción de los proyectos hidroeléctricos binacionales en la cuenca del Plata.

Brasil da más ímpetu a la geoestrategia de “soldadura” con el Paraguay (como la denomina el Gral. Golbery do Couto e Silva), con la no definición de la cuestión de limites, la doctrina de las fronteras vivas y la expansión pacífica hacia el exterior, a través de la colonización de los departamentos de A. Paraná, Canindeyú, Amambay, Caaguazú, Caazapá, Itapúa y parte de San Pedro que corresponde estructuralmente al acelerado crecimiento del parque industrial brasileño, centralizado fundamentalmente en S. Paulo y su consiguiente expansión de la frontera agrícola brasileña. De acuerdo a datos de Herken, el Dpto. de A. Paraná es donde se encuentra la mayor parte de las colonias pobladas por brasileños, a inicios de 1970 se estimaba que 50.000 y 70.000 colonos brasileños residentes en dicha zona, habiendo aumentado considerablemente el flujo por la concreción del proyecto de ITAIPU y la intensificación del tráfico comercial en el área. El 80 % de los colonos brasileños se dedican a la producción agrícola, comercializando el producto a través de comerciantes establecidos en las ciudades de Ciudad del Este y Foz de Iguazú. El 86% de dichos colonos no habían aprendido a hablar el castellano, dándose un proceso contrario, el de que la fuerza de trabajo paraguaya e indígena contratada por los colonos y los propios comerciantes regionales, iniciaron el aprendizaje colectivo del portugués, establecido como instrumento lingüístico para la estructura de producción y comercialización de la región.

Esta etapa se caracteriza por la anexión del país a políticas de desarrollo económico, de limites, industrial y agropecuario planificadas en Brasil principalmente y Argentina. Habría que agregar, que las construcciones hidroeléctricas, si bien produjeron un auge financiero, especialmente en la década de los 70s., hasta hoy día el Paraguay no posee disponibilidad suficiente ni para afrontar el calor del verano, ni que hablar del uso para el desarrollo industrial; además del supuesto costo primigenio calculado entre 2.000 a 3.500 millones de dólares que representaría cada una de estas dos grandes obras; pero que, sin embargo, por cada una ya se han pagado decenas de miles de millones de dólares y actualmente se deben aún decenas de miles de millones de dólares.

EL CAMBIO DE PERSPECTIVA

Bajo la presidencia de Jimmy Carter en Estados Unidos, EEUU y la Comunidad Internacional empiezan a mirar con otros ojos a las Dictaduras Latinoamericanas y empieza sus decadencias. EEUU exige al Gobierno de Stroessner que respete los derechos humanos, cuando que en ese momento la demostración de fuerza y la represión eran la base del sustento para el Stronismo.

Este cambio de perspectiva de la comunidad internacional, que se da a finales de los 70, no se debe al azar. Varios informes y denuncias sobre violación de los más básicos derechos humanos son presentados ante Organismos Internacionales, Gubernamentales y No Gubernamentales. El régimen reacciona amenazando con lanzar “la bomba colorada” a la comunidad internacional y específicamente a EEUU aumentando la imagen deplorable del Stronismo internacionalmente.

En la década de los 80s el auge económico derivado de la construcción de ITAIPU y la demanda internacional del algodón y soja dieron oxigeno para sustentar el alto costo de convertir a nuestro país en una isla autoritaria en el despertar de las transiciones democráticas en América del Sur y así se posterga nuevamente el desarrollo económico por el sustento de un régimen político troglodita.

GOLPE DE ESTADO, TRANSICIÓN, HERENCIAS Y CONSECUENCIAS

Se va gestando un proyecto país de alternancia a la dictadura a través del “El Acuerdo Nacional” donde se encontraban unidos casi todos los grupos que buscaban una base programática para salir del esquema dictatorial, ínterin se realiza un golpe de estado en el año 89 que trajo más libertades políticas y mayor respeto a los derechos políticos, pero ante la ausencia de un proyecto país, el hecho de que el mismo partido que sostenía a la Dictadura es el que realiza el golpe y que muchos de los organizadores del golpe eran justamente miembros de esa burguesía fraudulenta incubada por la estructura de poder stronista, lo que se produce es la expansión de ese modelo económico clientelar, sin proyecciones de desarrollo capitalista, ni de industrialización, sin dinamismo económico, ni de competitividad, sellando con un manto de impunidad a esa acumulación de riquezas en forma indebida.

Un claro ejemplo de esto ultimo es el de Sabino A. Montanaro, quien falleció en la tranquilidad de su búnker sultanesco, con una inmensa acumulación de dinero mal habido, sin que se le haya condenado a nada, en la total impunidad, siendo que fue un criminal; mientras muchos compatriotas honestos que denunciaron los crímenes cometidos por personeros del régimen dictatorial fueron expulsados del país, apresados, torturados y asesinados por orden de este señor sin siquiera tener un proceso judicial.

Cabría resaltar como quedo marcada nuestra economía de acuerdo a lo expresado por el Dr. Cano Radil en su trabajo sobre la crisis de las internas del Partido Colorado: “Un capital irregular, no exhibido por seguridad a la vista de todos, la acumulación primaria para legal no la realizó una burguesía empresarial funcional al capitalismo, si no que por favoritismo político, audacia y coraje para lo ilícito, consciente la élite de la impunidad reinante”.

Se hereda un sistema sin capítulos estratégicos de política exterior, con denuncias de búsqueda de inversiones extranjeras a través de “comisiones”, las instituciones de seguridad como la policía y el estamento militar estaban muy desgastadas debido al totalitarismo politiquero que sufrieron en sus estructuras y por sus conexiones con actos y organizaciones delictivas.

La economía muestra una fuerte dependencia de lo político, tanto es así que las primeras privatizaciones y reformas realizadas en la década del 90 se caracterizan por su fuerte influencia politiquera con el resultado de la perdida de muchos servicios y una fuerte crisis financiera.

Luego, en el año 2000, se sanciona la ley N° 1615, con el rimbombante titulo, “General de Reorganización y Transformación de Entidades Públicas Descentralizadas y de Reforma y Modernización de Organismos de la Administración Central” y se crea una Secretaría de la Reforma del Estado, utilizando una denominación equivocada, siendo que su supuesto objetivo era la reforma y modernización de organismos de la administración central y no una reforma del Estado. Esta Secretaría tampoco escapa a la fuerte influencia politiquera, no se logra ningún dinamismo en la Administración Central y se caracteriza por la ausencia de voluntad política para realizar modificaciones estructurales a la administración del gobierno con varias denuncias de corrupción. En el 2002 este proceso de “reforma” es suspendido tragicómicamente por la ley N° 1.932 “Por el tiempo necesario hasta recuperar la debida transparencia del proceso y cuente con la plena recuperación de la confianza de la ciudadanía”.

La visión Internacional de nuestro país se ve reflejada en informes como este que lo realiza el PNUD en el 2002 “La tendencia al canibalismo partidario y el recurso al autoritarismo, además de la permanente obstrucción para una acumulación de tipo capitalista… la inexistencia de un proyecto hegemónico de país… por medio de un grupo cohesionado que logre pactar sus intereses particulares y pueda revestirlos de una pretendida representación universal de todos los actores sociales”

Este “canibalismo político” se manifiesta con fraudes electorales, intentos de golpes de estado, asesinato de un Vicepresidente, destitución de un Presidente Constitucional y un gobierno de “Unidad” sin legitimidad de origen y también sin ningún tipo de proyecto o programa mínimo.

Aquí tenemos otra parte del informe realizado por el PNUD en el 2002, que resulta revelador sobre la visión internacional hacia nuestro país “Uno de los aspectos más preocupantes de la gobernabilidad paraguaya es que la historia del país no ha segregado una cultura de la legalidad o de respeto de las instituciones, pues el orden social se ha dado casi siempre bajo el poder regulador del arbitro de un autócrata que ha gobernado manteniendo el conflicto intestino entre facciones y formando con estas coaliciones distributivas cuyo equilibrio dependía… de la voluntad del autócrata”.

El apoyo de desarrollo a campesinos y familias empobrecidas del campo se da, hasta hoy día, en forma de “ayudas” y “condonaciones”, a través de programas que actúan de manera descoordinada, desde una perspectiva asistencialista, ubicando al campesino y a las familias empobrecidas del campo como mendicantes agraciados con el poder, sin las herramientas necesarias para un desarrollo productivo sostenible. Otros ejemplos de este tipo de “asistencia” son las ayudas directas condicionadas, subsidios como el de los pescadores, entrega de kits de alimentos, etc., todo esto coincidiendo con que la pobreza va aumentando en el sector rural de nuestra sociedad4.

Foto de Paraguay.com
La falta de inserción productiva en el campo de la mayoría de las familias campesinas y la desertificación causada por el monocultivo de soja y el uso intensivo de agroquimicos genera migraciones de personas sin ninguna formación productiva hacia las ciudades, que por cierto no son industriales, con la esperanza de obtener algo mejor. Esta situación va ampliando la cantidad de personas que viven en barrios sumidos en la miseria (cinturones de pobreza), donde se vive, en muchos casos, en medio de la basura.

Fernando Masi, en su trabajo “Sector informal y cuentapropismo en el Paraguay” expresa que, “contrariamente a la mayoría de los países de la región, las causas del deterioro del empleo y el aumento del empleo informal en el Paraguay no debe buscarse en el achicamiento del estado ni en un proceso de industrialización acelerada - y por lo tanto de tecnologización - del país. Es decir, no ha habido un proceso de expulsión de mano de obra del sector público en el Paraguay en los años 90, sino un aumento del empleo público. Por otro lado, tampoco se han instalado industrias con uso intensivo de capital. Es más, la participación del sector industrial en el PIB se ha reducido de un histórico 16% a un 13% en el año 2000”.

A principios de 2000, según datos de la Organización Internacional del Trabajo, el 62% de la fuerza de trabajo urbana se encontraba empleada en el sector informal, el 31% en pequeñas empresas, 20,6% en microempresas y 11.20 % en el empleo domestico.

Estos datos son reveladores, en cuanto a la creciente legión de “trabajadores informales” que sigue en aumento, entre los cuales se encuentra un sector preocupante integrado por planilleros (a los cuales no puedo ubicar dentro de la categoría formal, informal o, como los denominan incluso algunos políticos, asistencial… la verdad no sé si se les pueda llamar trabajadores), changarines, vendedores ambulantes, malabaristas de colectivos y semáforos, cuida coches, limpia parabrisas, gente que vive en y de la basura, etc., a los cuales ni si quiera se puede denominar mano de obra por la nula formación profesional; también hay que agregar un alto índice, de jóvenes y “niños de la calle” especialmente, que ven a la delincuencia como un tipo de oficio más, surgiendo los peores vicios de la exclusión social, como los narcotraficantes y micro traficantes, contrabandistas, peajeros, caballos locos, tortoleros, motochorros, roba coches, sicarios etc., y donde la ola de locura de adicción a las drogas está ahogando a varios barrios de Asunción valorándose más a un celular que a la vida de un ser humano.

Esta industria de lumpemproletariados se convierte en una herramienta para dar un equilibrio bonapartista regresivo5 entre el poder y la masa que es manipulada a través del clientelismo para servir a una democracia sin ciudadanía.

Se manifiesta fuertemente el proceso donde desaparece el ciudadano y aparece la clientela. Se venera a los que saben aprovechar su cargo con la esperanza de que el mismo repartiera algo. La productividad, el emprendimiento, la iniciativa y la competitividad son suplantados por la búsqueda de proveedores de favores. Desaparece la res pública y aparece la res masa, vendida y comprada a precio vergonzante, siendo estos los peores legados del stronismo, el cual logró expandir este modelo a todos los sectores políticos, todo esto instalado hasta nuestros días.

Los debates sobre la “reforma educativa” giraban en torno a la educación sexual 6 casi exclusivamente, que por cierto es importante, pero se deja totalmente marginada a la posibilidad de realizar debates sobre planificación educativa entorno a la inserción productiva de los jóvenes7 en un mundo donde cada vez es más necesario poseer profesionales técnicos especializados debido a la alta competitividad y donde los procesos de producción industrial asumieron altos grados tecnológicos.

En cualquier diario de hoy podemos ver muestras fehacientes de que un proyecto de mayor independencia frente a la politiquería con un acuerdo básico de orientación, entre los distintos sectores de la sociedad, que pueda conducir hacia el desarrollo nacional y logre insertar a una mayor cantidad personas a la sociedad esta muy lejos aún de convertirse en realidad, por el contrario, vemos diariamente las consecuencias de que esto no se concrete, con un caldo de cultivo para la criminalidad que cada día adquiere nuevos ingredientes.


CONCLUSIONES

Desde mi punto de vista ser revolucionario es pensar y actuar con el objetivo de salir de este esquema patrimonialista para construir un modelo de sociedad que genere riquezas y que se ocupe de la orientación hacia la formación de fuerzas productivas, después de esto recién se puede pensar en la distribución, pues si no hay generación de riquezas ni formación de personas para la producción… que se va a distribuir? Abundancia seguro que no!

La búsqueda de soluciones en la ampliación de aplicación de impuestos en forma indiscriminada, a excepción de un par de sectores privilegiados y con alta incidencia en bienes de interés general como  son la salud y el medio ambiente, afectando así a las pocas fuerzas productivas que se van instalando precariamente sin cambiar este modelo estructural parasitario ahondaría la crisis productiva. En forma urgente se debería consensuar ejes para pasar de esta estructura patrimonialista hacia una estructura de generación de riquezas para luego realizar las inversiones sociales que hagan falta para apuntar hacía lo consensuado en pos de conseguir un paradigma productivo.

Bien lo menciona Beltrand Rusell en su libro “Los caminos de la libertad” como uno de los grandes problemas de las sociedades: “Combinar la libertad con la justicia económica, en la medida que esto pueda conseguirse. Es evidente que habría que sacrificar cierto grado de libertad en beneficio de la justicia, y cierto grado de justicia en beneficio de la libertad. Pero este problema es más difícil en un mundo de escasez que en un mundo de abundancia”

Dejo estas preguntas: Se puede seguir con una empresa que no apunta a un desarrollo de generación de riquezas, en la cual se está formando personas sin preparación productiva, donde cada vez es más necesario acrecentar los gastos para poder cumplir con las prebendas y la clientela? Los ingresos en negro, la especulación financiera, sectores con casi nulo aporte impositivo y la impunidad podrán seguir manteniendo este esquema? Hasta cuando aguantará nuestra sociedad sin estallar?


Referencias

1 Esta supuesta lucha contra el comunismo sirvió a la Dictadura como fundamento para perseguir, reprimir, torturar o desaparecer a toda persona u organización que el régimen considere una molestia, con graves consecuencias como por ejemplo la visión negativa del ejercicio de ciudadanía, (con frases como si no te metes en política no te va a pasar nada o la represión a personas simples por el hecho de llevar libros), además de la búsqueda constante de la eliminación del pensamiento crítico, (como por ejemplo la intervención de la carrera de sociología en la Universidad Católica y su posterior clausura)

2 Ortigoza fue un militar que llego a ser el primero de promoción; fue inculpado sin ningún fundamento en una supuesta conspiración, se lo encerró en la cárcel por décadas y se lo utilizo como ejemplo de lo que le esperaba al que no se adecuaba estrictamente a las ordenes del régimen en la milicia

3 Los comentarios entre paréntesis son agregados míos

4 Se aclara que la crítica a estos programas consiste en la relación de dominio que no genera fuerzas productivas, pues ya a estas alturas muchos compatriotas empobrecidos dependen de estas ayudas inclusive para su subsistencia, en ese sentido debo ser categórico… “No se puede re-victimizar a las victimas de un modelo excluyente”; los programas sociales son imprescindibles, pero deberían estar enfocados en la formación e inclusión de fuerzas productivas que impliquen un desarrollo rural y una política de inclusión real a un modelo con mayor énfasis en la producción y generación de riquezas

5 Esta regresión se manifiesta en un alto índice de personas que creen que la Dictadura es mejor gobierno que la democracia

6 Lastimosamente estos "debates", en vez de enriquecer y desarrollar el tema, sirvieron más para frenar todo tipo de iniciativa en cuanto a la educación sexual y se mezclaba a estas iniciativas con cuestiones que nada tenían que ver con el tema. Proyectando posiciones antagónicas, lo único que se logró es el casi nulo avance sobre este tema tan importante.  

7 De esto depende en gran medida nuestro paso del Patrimonialismo hacia una Economía de producción y competencia.


Bibliografía consultada

Abente Brun, Diego, El Paraguay Actual 1ª. Parte 1989-1998. Colección 14, La Gran Historia del Paraguay

Juan Carlos Herken, Desarrollo capitalista, expansión brasilera y condiciones del proceso político en el Paraguay

Saro Vera, El paraguayo (un hombre fuera de su mundo)

Enzo Debernardi, Apuntes para la Historia Política de ITAIPU, 2da. Edición

Carlos Pastore, La lucha por la tierra en el Paraguay, Tercera edición corregida

Javier Numan Caballero Merlo, Sociología aplicada a la realidad social del Paraguay

Edwin Britez, Javier Numan Caballero, El Paraguay Actual 2da. Parte 1998-2010. Colección 15, La Gran Historia del Paraguay

José Luís Simón G., Politica Internacional para la Democracia

Bernardo Neri Farina, El Último Supremo, La crónica de Alfredo Stroessner. 3ra. Edición.

Ricardo Scavonne Yegros, Liliana M. Brezzo. Historia de las Relaciones Internacionales del Paraguay. Colección 19, La Gran Historia del Paraguay

Luis Rojas Villagra, Compilador. La Economía Paraguaya Bajo el Orden Neoliberal

Fernando Masi, Sector informal y cuentapropismo en el Paraguay

Elba Beatriz Núñez, La reforma educativa en Paraguay en la década del noventa

Secundino Nuñez, Sociedad y Política

Juan Carlos Agulla, Teoría Sociológica, Sistematización Histórica

George Ritzer, Teoría Sociológica Clásica, Tercera Edición

General Golbery do Couto e Silva, Geopolítica del Brasil

Paulo R. Schilling, Expansionismo Brasilero

Samuel Pinheiro Gimaraes, Cinco siglos de periferia

Bernandino Cano Radil, La crisis de las internas del Partido Colorado

Karl Marx y F. Engels, Manifiesto Comunista, 18 de Brumario

Kart Marx, Prologo a la Contribución a la crítica de la Economía Política

Bertrand Russel, Los caminos de la libertad
Apuntes de clase





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