Cuando uno se eleva y alcanza a mirar
a una ciudad desde las alturas puede notar como en medio de esa creación colectiva existe la más variada diversidad…
Para sólo mencionar a las
personas: se divisa que hay gente que camina en las calles, otras que van en
sus vehículos, otras en sus oficinas, otras en sus hogares…
Luego uno razona sobre las
distintas y tan variadas acciones de esas personas y se imagina a las mismas compartiendo,
criticando, solitarias, apresuradas, pensando, amando, odiando, sufriendo,
gozando, elaborando, construyendo, diseñando, destruyendo, desechando, triunfando, frustrándose, fracasando, comprendiendo,
entretenidas y en otras inabarcables descripciones por los detalles individuales
que tiene cada experiencia en las personas…
Tanto dinamismo en una unidad…
tanta creación derivada de energías, vibraciones y movimientos diversos…
Cuando se logra contemplar a esa
unidad representada por esa diversidad o mejor dicho a esa diversidad
representada por esa unidad se puede comprender mejor a la vida, valorarla, respetarla,
tolerarla y amarla.
Juan Carlos Duré Bañuelos